miércoles, 12 de marzo de 2014

Una preocupación legítima

Hoy estuve conversando con un compañero por la red social. Me platicaba acerca de su desagradable experiencia que tuvo al ¿debatir? con una persona de homofobia incuestionable. No ahondaré en los detalles de dicho encuentro (solo diré que últimamente se ha puesto de moda emplear a los niños como carne de cañón para eludir los propios complejos de los homofóbicos que no desean asumir), como sí hago mención de su impotencia al notar que su interlocutor no le ponía el más mínimo de los casos y solo se dedicaba a hacer su propio monólogo de homofoberías varias (con la virulencia que es esperable en este tipo de casos). Además de su notable preocupación porque esa desinformación contra los LGBT hiciera mella en la sociedad, especialmente entre quienes están apenas aprendiendo de este mundo.

Veo a mi hombre con el que salgo desde hace tiempo y lo noto lleno de complejos. No solo no puede asumir bien su bisexualidad, sino que además su temor a que los demás (ya no decir su familia que ya es demasiado, sino sus propios amigos) identifiquen que también posee gustos por el mismo sexo es enorme. Aunque es bueno conmigo, no se permite siquiera pensar para sí en la posibilidad de una relación sentimental entre nosotros. En parte eso ha propiciado que trate de exacerbar su "lado heterosexual" para que los demás "no sospechen". Todo en la más "absoluta discreción", y punto. Ya ni se diga hablar sobre el matrimonio igualitario o las adopciones homoparentales (aunque reconozco que al menos en esto me ha tratado de proteger de su propia homofobia, sincerándose conmigo acerca de que no quiere conversar conmigo sobre esos temas por miedo a como lo vea). Disfruta de mi compañía, pero es una pena que le resulte una carga pesada, pero a la vez le desespera no poder ser sincero consigo mismo y a lo que de verdad siente. Lo peor es que hay miles, sino que es millones de LGBTs aún con experiencias similares.

Veo y escucho a cada rato personas que se expresan de la siguiente manera: "puto de mierda hay que matarlos a todos", "a esos pinches jotos les gusta que les empujen los frijoles", "hay que seguir el ejemplo de Rusia y prohibir a esos maricones", "bien por Uganda, hay que matar a todos los gays", "dios creo al hombre y a la mujer, eso - las parejas gays - son una aberración", "esta bien que se quieran casar y todo eso pero que dejen a los niños en paz", "van a confundir a los niños", "dos hombres no es natural", "habiendo tanta mujer hermosa y ustedes valiendo verga pinches jotos", "quieren violar a los niños", "ok los dejo en paz pero que no se casen", "no estoy en contra de los homosexuales mientras no se metan conmigo ni me se me acerquen", "los homosexuales quieren homosexualizar a todo el planeta y a los niños", "solo estas confundido ya llegara esa persona del otro sexo ideal para tí", "en serio dedícate solo a estudiar y a trabajar tu homosexualidad es lo de menos", "pobres, no hay que juzgarlos hay que compadecernos de ellos", "la homosexualidad es anti-natural", "son iguales que los zoofilicos y los pederastas"... todo eso hacia personas que ni la deben ni la temen, hacia personas que ni siquiera se han metido con las gentes que les dicen lo anterior, hacia personas que ni conocen esas gentes que dicen lo anterior. Y eso es poco.

Además de mis propias y desagradables experiencias que he pasado solo por ser gay. Lo más escalofriante del caso es que esto ocurre todavía en el siglo XXI, en el 2014. Es seguro que tan poquito le quede a la humanidad como para todavía seguir con estas cosas.

Si la edad promedio de vida es de 70 años a mi me quedan como 30 o 40 años de calidad de vida buena en el que tendré que seguir escuchando y viviendo todo esto. No sé ustedes pero a mí la idea no me agrada nada. Vida solo hay una y no me gustará pero para nada pasarla así.

Estoy casi convencido de que, se haga lo que se haga, para cuando yo fallezca todavía seguirá algo de homofobia vigente, cambiar mentalidades lleva décadas, quizá varios siglos. Sin embargo no pienso quedarme de brazos cruzados ante la homofobia.

Técnicamente las personas que vivimos en esta época disfrutamos de más derechos y libertades que hace solo uno o dos siglos atrás, y las actitudes evidentemente no tienen el mismo oscurantismo que tenían por aquellas épocas de antaño. Todo va cambiando, sin embargo no me parece suficiente todavía.

El mundo al menos en la cuestión homosexual está hecho más o menos un mosaico: en algunas partes del planeta hay matrimonio igualitario + adopción homoparental + ambiente cultural positivo para los LGBT, en otras hay matrimonio igualitario + adopción homoparental pero el ambiente positivo hacia los LGBT todavía dá de que hablar, en otros tantos hay un ambiente cultural positivo hacia los LGBT pero no hay adopción ni matrimonio igualitario, en otros hay derechos fragmentados o "parecidos" pero no los que tienen que ser y una actitud regular hacia los LGBT, en otros solo hay la intención de reconocer los derechos a los LGBT pero no pueden avanzar por la marcada hostilidad social hacia los LGBT, en otros no hay nada de nada y, por último, están los otros que penan todo lo LGBT, incluso su propia existencia.

Todavía hay actitudes negativas que debemos ir cambiando con ingenio y esfuerzo, todavía hay derechos pendientes de obtener en el resto de los países, todavía hay que hacer conciencia pero, sobre todo... todavía hay que combatir la homofobia, especialmente hacia aquellos que la difunden tan campantemente con una sonrisa cínica. Odiaría llegar al final de mi vida y ver que no hice cambio alguno en mi situación y en la del resto de las personas afectadas por este mal, especialmente me sentiría más afectado por las personas que quiero y fueron afectadas por la homofobia.

No sé que tanto pueda contribuir en este momento pero creánme que, entre más avance, más contundentes serán mis acciones y actuares. Que comience la función por un mundo más justo!...


lunes, 10 de marzo de 2014

No basta la intención ni la queja

Leo y escucho que muchos hablan de una "revolución armada", o que "hay que hacer algo por este país", o quejándose razonablemente todos los días de los desvaríos de este desgobierno mexicano. Pero no he visto que la mayoría de esos que claman lo anteriormente dicho o se la viven quejando hagan algo de verdad (por lo que todo solo queda en la intención y en la queja), creo que han de pensar que solo por escribirlo en el facebook, solo proponer o simplemente "disentir" del gobierno todos los problemas ya se solucionarán. Lamentablemente así no funciona, no.

Para empezar aquí hay una mayoría inconforme con el gobierno, pero gran parte de esa mayoría se rajan completamente cuando llega la hora de los trancazos, al parecer todo los males del gobierno se les olvidan cuando el partido de futból se transmite por la TV, o hay un clásico local, o se llega "muy cansado del trabajo", o hay "reunión de cheves" o "de putas" con los amigos, o hay "mucho quehacer y hoy no puedo", tarde de películas o con la pareja, es mejor "ver y criticar todo desde el face", etc etc etc. A eso agregale la otra masa también mayor de gente que creen que "seguirán sobreviviendo" con esos "cambios" del gobierno, que "exageramos" los que exponemos una realidad acerca del gobierno, que no nos bajan de loquitos o peor aún que creen que somos "comunatas" como Castro o Maduro, o que simple y sencillamente son partidarios del gobierno o creen toda la propaganda del gobierno - una y otra vez - con ayuda de la difusión cínica de ciertos medios monopolizadores de educación (mal que les pese a los anti-chairos, pero estos tienen la razón en decir que ciertas televisoras grandes son el instrumento de propaganda del gobierno corrupto mexicano).

A eso agreguénle que muchos mexicanos no entienden, ni aunque se los expliquen con peras y manzanitas, lo que significa un valor humanista como el de la UNIDAD. Son tan, pero tan intolerantes hacia todas las diferencias que hay (insertese aquí cualquier característica que generaría intolerancia y discriminación, inherente o no al ser humano), que ni siquiera por una vez en su vida se pueden poner de acuerdo para echar abajo una misma cosa que les afecta de verdad a TODOS POR IGUAL.

A eso agregale el evidente pendejismo crónico de mucha de la población mexicana. A eso agregale los "genius" que constantemente humillan a quienes adolecen de ese pendejismo crónico con el único fin de creerse más "inteligentus" que ellos, sin utilizar ese supuesto genio que tienen para comenzar a cambiar ese pendejismo crónico y proponer y ejecutar acciones específicas. Ninguno de los dos ayuda mucho que digamos.

A eso agregale que, debido a ese pendejismo y desesperación, mucha gente no se ha puesto a pensar bien en lo que propone, por ejemplo... muchos quieren levantarse en armas pero ¿Como las van a conseguir? Seguramente un arma es muy cara incluso en el "mercado negro", además de las implicaciones gigantes que esto podría acarrear (¿ya mencioné que tanto la policía como el ejército mexicano son tontos útiles de esos parasitos? ¿ya mencioné que gobiernos ajenos como el de EE. UU. estaba "muy preocupado" por el resurgimiento de autodefensas y sugería implicitamente su "cooperación" ante esta "problemática"?). Agreguese que ni siquiera pueden salir a la calle a desapendejar gente con algunos pantallazos de gastos excesivos del gobierno que ciertas páginas publican con regularidad y ya quieren armar una "revolución armada"... si, como no.

Por último ¿Han servido las manifestaciones? ¿Recuerdan lo que pasó con una manifestación tan fuerte como la del YoSoy132? ¿Recuerdan la manifestación de la pejiza en el 2006? ¿Que les está pasando a las autodefensas de ahora? (Entre la iglesia católica, las tentaciones del gobierno a ellos y la posterior traición de esas tentaciones los dividieron, arruinaron, mermaron y los van destruyendo por completo ¿verdad?) ¿Lo que pasó en Guadalajara? Bueno, puede ser que algunas sí den algo de fruto como esa, pero como dicen fue un aumento que dieron marcha atrás debido a una tragedia y protesta... al menos de momento, después, ya es seguro lo que va a pasar.

Ah, y agregale los complejos crónicos que tienen los mexicanos de sí mismos también...

Lo que le pasa al México de hoy es terrible, pero los cánceres que aquejan a su población son trágicos. No digo que no haya solución para toda esta situación, ni tampoco deseo mermar los deseos y quejas de los demás por un México mejor, pero es preferible que pongamos los pies sobre la tierra. Esto muy probablemente vaya para muy largo y, es bastante probable que (a menos que ocurriese un milagro donde la mayoría o casi toda la población de México haga un paro laboral o salga a protestar en su totalidad con ayuda de las policías y ejército mexicano), la solución que buscamos comience desde un puñado de poquitas gentes que con sus acciones logren un "efecto domino". A veces no es fácil encender una mecha.

miércoles, 20 de julio de 2011

La primera entrada

De nada sirve que el ser humano huya de todo lo que le hiere, de todo lo que le duela o de todo a lo que le tenga temor. No funciona, sencillamente, porque todo lo que hiere, duele o inspira temor siempre está ahí, a toda hora, en todo lugar y en toda persona, incluso en aquellas que menos imaginamos.

En el propio trabajo siempre estarán los compañeros jodones, que tal parecería que su único pasatiempo es importunar, molestar. En la propia escuela, nunca falta el presuntuoso, el creído, el bravucón, el cretino o el normalizador, que harán todo lo que esté a su alcance para amargar la existencia a quienes ellos consideran "distintos". En el propio hogar, incluso en las "mejores familias", la incompresión, la falta de comunicación o en los peores casos la agresión, estarán presentes; en teoría el hogar sirve de refugio a los seres humanos que se ven aquejados por su entorno aplastante, en la práctica eso solo ocurre a veces, porque en otras más uno lo percibe como el sitio más inseguro de todos. En la propia sociedad no pocas veces nos podemos encontrar con que ejerce una presión en nosotros sobre "como deberíamos ser" según la mayoría (o "como no deberíamos ser" según los otros), a según "lo que hacen todos" o a según lo que los demás "quieren que seamos"; cualquier intento por ir en contra de la corriente es pesado, incluso aunque nuestra forma de ser no le implique ningún peligro real a los demás (y que por el contrario, enriquezca el entorno con la diversidad) a veces basta esa sola diferencia para que los demás se "den el permiso" de poner en riesgo nuestra propia integridad física y mental. Incluso, la vida en sí misma está llena de eventos terribles, como el hecho de la muerte, las enfermedades, los fenómenos naturales y las meteduras de pata humanas (llamense guerras, pobreza, discriminación, etc).

Como ven, a cualquier lugar que vayamos y nos paremos, a cualquier hora y en cualquier persona, encontraremos ese tipo de situaciones siniestras que llevan la etiqueta de "cuidado"; y ni modo de ir cancelando nuestros andares y proyectos, si están en todos lados de nada sirve correr o esconderse.

Si, vivir apesta. Por ello el ser humano ha ideado tres formas para hacer frente a las siniestralidades cotidianas: el suicidio, el engaño y el pensamiento crítico.

Lejos de cualquier moralina de cualquier tipo, personalmente no me decantaría por el suicidio, ya que si bien es cierto que la vida apesta, no todo lo que hay en ella es pestilencia, o podredumbre. Pese a la discriminación, la pobreza o las malas actitudes que uno pueda encontrarse en el camino, también a uno le consta que hay cosas (y no son pocas) bastante buenas que bien valen la pena. Esos avances tecnológicos que facilitan la existencia y divierten, esos paisajes naturales que alguna vez nos sobrecogieron, esa sonrisa de ese alguién especial que nos gustó, las grandes obras de arte, ese platillo delicioso, la camaradería y la amistad, el amor... todo eso que hace que, nos conste, vale la pena seguir viviendo. Vida hay una sola, irrepetible, hay cosas maravillosas y hay que aprovecharlas.

El engaño, esas huidas de la realidad, promesas huecas de que todo lo malo se desvanecerá con algo tan sencillo, incluso hasta el evento más traumático que pueda haber en la existencia misma. Como anestesia o paliante el engaño puede funcionar, a fin y al cabo si es una mentira blanca ¿que daño puede hacer? El problema es que el engaño no solo no soluciona los problemas que aquejan al ser humano, sino que adormece la mentalidad del mismo ante ellos (es un paliante para ello, a final de cuentas) hasta el punto de la negación, de no detectarlos, lo que nos da problemas sigue estando ahí, haciendose cada vez más grande y lastimandonos cada vez más. En definitiva, no es una de las mejores invenciones humanas contra los problemas.

Luego, queda el pensamiento crítico. El análisis de los problemas. Plantearles una solución. En otras palabras, dejar de huir de ellos, ponernos frente a ellos, analizarlos, encararlos y enfrentarlos hasta vencerlos con dignidad. La sola idea puede sonar de entrada atemorizante, pero por el momento es la mejor forma en que nosotros, seres humanos, podemos luchar contra todos los problemas que nos aquejan, y tener acceso a esas maravillas que deseamos ver, tocar, sentir, oler o degustar...

La pregunta del millón de dolarés es ¿Como tenemos que encarar a cada problema que se nos presente? Cada uno tiene su solución en particular y, de ello, nos encargaremos, ustedes y yo, siempre juntos, de encontrarle una solución. Se los garantizo. Tendremos miedo a plantarles cara, es inevitable, pero permaneciendo juntos y unidos, veceremos.

Sean bienvenidos tofos ustedes!! :-)